A PETICIÓN DE UN COMENTARIO... PICO Y PLACA.. EL BALANCE PERSONAL

En un texto referente al tema, debo confesar que mi ira hablaba en cada palabra. Claro, también aclaré esta razon al inicio del texto. Mas un comentario sugirió que escriba del tema del Pico y Placa en Quito, pero de una manera más objetiva. Luego de un buen tiempo de vigencia y de evidenciar su costo-beneficio, me sento en la capacidad de hacerlo.

Muchas personas-incluyéndome- gritamos, protestamos, nos quejamos y nos sentimos víctimas de tan vil acto patrocinado por la Alcaldía de Quito, en la cabeza de Augusto Barrera. Hubo llamadas de queja ciudadana en cada programa mañanero, sea éste de opinión crítica o una especie de magazines que en realidad son programas de humor con música. Hasta en el facebook hay una página contra esta medida. Chistosísimo. Pero como dice mi novio, el hombre es un animal de costumbres y sí, nos acostumbramos. Esta es la frase idnicada para evaluar la reacción ciudadanaante el fenómeno del pico y placa. Por supuesto, la mía tambien.

Para quienes tienen carro, debieron tomar ciertas medidas. Gracias al pico y placa, papá volvió a hacer el recorrido a su esposa o a sus hijos mayores -o viceversa- la novia al novio, el vecino, o el amigo, todos por turnos. volvieron a aparecere ciertos fenóemnos que dejaban de darse, especialmente para quienes viven en las periferies quiteñas y cuentan con dos o más carritos-motos-etc en casa.

Los que también vivimos lejos, pero somos pobres y no tenemos carro, nos tocó levantarnos tempranito, aguantar el feeeeo frío quiteño, y salir un poco antes para tomar el transporte público e ir a la oficina, universidad, trabajo, colegio, a fin de no encontrarnos en pleno tránsito vehicular (ojo: no se dice Tráfico, pues esa palabra se le asocia con algo ilegal). Al menos de 6h00 a 8h30, depenndiendo de la distancia. O también el contar con el tan lindo y hermoso recorrido institucional, recurso por el que muchas empresas invierten tiempo y dinero.

Los que viven en Quito tienen en cierta manera más ventajas que los que residimos en las periferies. Depende de la distancia entre su lugar de residencia y el centro de trabajo-estudios, pueden optar por caminar, correr, tomar una bicicleta o,si miden el tiempo y pueden tomarlo más tempranito que de costumbre, el transporte público (llámese: bus tipo, ecovía, metrobus, taxi para los más apurados) Es más, hasta existen actividades que fomentan alternativas de transporte, como Ciclópolis, con "al trabajo en bici", los triciclos de la Foch, las furgonetas ambulantes que hay en ciertas zonas de alta cantidad de gente, y, finalmente UN BUEN PAR DE ZAPATILLAS ....

La pregunta es si lo habrán hecho o no. No muchos, pero peor es nada. A la final, sí. Todos nos hemos visto obligados a cambiar neustra rutina diaria de transporte. Pero a la final fue para mejor. Debo admitir que luego de la tormenta, viene la calma. Ahora todo, en ese aspecto, es mucho mejor. Los informes del Municipio y los medios lo reflejan.

Ahora contamos con vías más fluídas y menos congestionadas en horas pico. Mejor uso del transporte público y empleo de medios alternativos. Reducción del tiempo de desplazamiento Por ende, rapidez de desplazamiento, reducción de ruido, menos estrés de peatones y conductores, actividad física, y, el objetivo del Alcalde, un aire más limpio (en la medida de lo que cabe). Excepto por los "pilas" que cambian con cinta o papel los números de sus placas para poder transitar todos los días.

Es necesario también destacar que, por el otro lado, ha aumentado la congestión en la capital en horas no pico, gracias a los que manejan en días de pico y placa en estos horarios, al incremento del parque automotor, presagio a esperarse con esta medida, a la falta del balance de los semáforos y, por supuestamente ignorar, los vehículos y motos que vienen de provincia y están al paso por Quito. De la misma manera, si se redujo la congestión en Quito, aumentó sobremedida en las periferies (Valles de Tumbaco, Los Chillos, Pifo, Cumbayá). Por supuesto, esta proporción no puede compararse con lo que vivimos antes. Puede decirse que ahora estamos mucho mejor.

Taxistas y conductores varios sugieren que la medida se aplique para todo el día.

en cambio otros piden por aumento de vías de tránsito rápido y alternativas para evitar congestiones. La verdad, no se sabe si el municipio los tomará en cuenta. Lo que sí se peude percibir es que Quito cuenta ahora con un tránsito mucho mejor que antes. Claro, debo destacar que este texto lo escribo desde mi percepción como habitante de periferies que trabaja en el cnetro-norte de la ciudad.

Seguramente este espacio estaría completo si tengo versiones de habitantes de otros sectores, conductores, transeuntes y demás. Insisto, trato de elaborar un balance lo más objetivo posible, desde mi vivencia. Tengo entendido que el pico y placa nos ha beneficiado a todos, de alguna manera, mas es necesario valorar realmente qué tan certero es lo que digo.