jueves, 15 de julio de 2010

BALANCE MUNDIALISTA EXISTENCIALISTA


Si vemos la tragicómica novela  mundialista de este año, observaremos que este espacio varonil que ocurre cada cuatro años (gracias a Dios) trae consigo más culebrones que novela mexicana de televisa.
Este año contamos con una amalgama de características. La primera de ellas, un escenario pocas veces conocido por la humanidad entera. Unos por su costo, otros por las horas de vuelo y todos por los estigmas, no miran en Sudáfrica un centro de destino turístico. Gracias al trabajo de la FIFA, el gobierno sudafricano y la bola de billete de cada entidad que publicitó en este evento, tuvimos la oportunidad de observar  que no siempre Argentina y Brasil se llevarían el trofeo y el billete que viene junto con él: Gracias a Dios, se me quitó el estigma que la FIFA era un sector mercantilizado en el que países como Francia, Italia, EEUU y los que mencioné anteriormente triunfaban y hacían de este evento una total monotonía. Gracias a Dios que nos hallamos con un España que ganó el trofeo, el dinero, la gloria y uno que otro beso robado; con selecciones que dieron guerra hasta el final, como Holanda y Alemania; un Uruguay que calladito supo dar el zarpazo a los mal denominados “grandes”; de equipos sudamericanos que batallaron duro, unos a patada limpia, y otros con pura boca; y de otros a los que la tecnología les jugó gato por liebre, de fiesta sin parar, gringas, europeas, asiáticas y chinitas; el cuerpo de Cristiano Ronaldo, de las cochinadas del DT alemán, y por poquito del desnudo del Maradona (calambre al ojo), de paseos por la sabana africana, de un millar de banderas, del Waka Waka y el A mi qué chu… ; Del hincha pelotas, del Abogado Bonafont, de las vuvucelas y del tan “reconocido periodismo deportivo” (el que da más de qué hablar que cualquier farándula de cuarta). Todo antes, durante y o u después de cada falta, patada, tiro penal, tiempo adicional o tiro de esquina…. CLAAAARO QUE SIIII…  PA QUÉ ¡!!! 
Todas conocemos que este mes el hombre se olvida de comer, dormir, trabajar, farrear y o u de ciertas cosillas que son básicas y vitales para los humanitos. Son 30 días donde tenemos que olvidarnos de la novela, de ir al cine, de hacer deporte o de pasar tiempo de calidad. Todo a cambio de verles, primero, como nunca, en la casa, adueñados del sofá, cama, comedor, sala y o u cualquier otro lugar que tenga el aparato televisivo. Segundo, llevarles a sus amigos, compañeros de trabajo, socios, jefes, vecinos y cualqueir persona -sabrá Dios quién- para entablar un coloquio crítico, objetivo, técnico y táctico sobre la sarta de vainas que ocurrieron. OJO: con estas visitas, también cambia su vocabulario. Se olvidan de formalismos, de etiqueta y demás para soltar palabrotas como Hijuepiiiiiii... hijo del la gran piiiiii... árbitro hijuepiiiiiiii, conchetumaiden, la repiiiiiiii, metete esto por detroit.. o para decir: yo hubiese saltado más alto que el man de Uruguay, así no alzaba las manotas; o  como diría mi novio: si ya nos ganaron 3 a 0, ahora toca darles 5 a 1  en puñetes. (ah, como vi un comentario de ciertas frases que resultan molestas, pido disculpas. sin embargo veo la necesidad de escribirlas, a fin que entiendan la jerga masculina en un campo como este) 


Bueno, la verdad es que este fenómeno que ocurre cada cuatro años se ha convertido en un hábitus en cada sociedad amante del fútbol que, bueno, ya estamos acostumrbados a vivir. Sin embargo, al ver un programa televisivo referente a esos temas tabú, me dí cuenta que los seres humanos perdonamos todo. Todo, menos que no se cumpla con lo básico en  las parejas tener intimidad.


Resulta irritante pensar que el fútbol se arraiga tan fuerte en el hombre que ha dejado de lado aspectos como el moento con al pareja o la vida sexual. Tal vez, al inicio de cada relación, puede que los hombres dejen de ver el partido tal o cual para complacer a su pareja. Y, para qué negarlo, complacerse a sí mismos. Pero luego... luego parece no ser así. Ese mes toda mujer con pareja debe olvidarse de tener intimidad y de disfrutar ese momento único de la pareja.
Ahora, será verdad que ¿el Fútbol mato al sexo? O ¿Mucho sexo mato al futbol que llevamos dentro?entiendo que cada pareja es completamente distinta una de otra, o que cada persona tiene sus truquitos para encabezar ciertas prioridades. En definitiva, este caso es la muestra que en toda persona hay prioridades y que éstas, depende de cada uno, se realizan SÍ porque SÍ.
Espero ansiosa sus respuestas.


PD: luego de mucho tiempo, aguas y sobre todo, tiempo. pude terminar este manuscrito que aparentemente no tendría nada que ver un tema con el otro. Mas cada vez se evidencian casos de odio al futbol por esta simple causa. Por ello la necesidad de hablarlo y, sobre todo, de manifestarlo. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Su artículo es interesante, sin embargo encuentro algunos expresiones que personalmente me resultan molestas. Primero, que no todos los hombres ven el fútbol, segundo que varias amigas mías no durmieron por la emoción del mundial, y se vieron extrañamente deprimidas cuando finalizo, aduciendo que sería una tortura cuatro años más para Brasil 2014. Me gusta como plantea sus ideas, es un estilo sincero e interesante, aún así es molesto que todo sea "y o u" para usted. Finalmente, no comprendí que significa la pregunta del final, ¿Es un best seller de Candance Bushnell o alguna remembranza a Carrie Bradshaw? Más importante aún, ¿qué tenía que ver con el contenido de artículo?
De todas formas, gracias por deleitarme con otra columna muy a su estilo (yo fui quien comentó lo del Pico y Placa). Deje de ser tan metódica con sus trabajos universitarios y deleitenos un poco más con el humor a su manera, pero claro sin perder el hilo del asunto.