lunes, 25 de octubre de 2010

TODAS DIRÍAMOS IGUAL QUE LA ANA KARLA, DE JORGE ENRIQUE ADOUM



En medio de una tarde en la que estaba curioseando la web, actualizandome y viendo una que otra cosilla de mis trabajos de la universidad, me encuentro con el colmo de la curuchupería (defínase curuchupería a la hipocresía social y el miedo al "qué dirán"), en uno de los portales web más serios y más objetivos posibles (el de la BBC). en Italia están promulgando una ley para prohibir el uso de la minifalda por "atentar a la moral". Cabe destacar que si hablamos de moral en Italia, el Berlusconi nos sirve de gran ejemplo de decencia y decoro. (como diría mi hermano "guiño guiño, nariz nariz")

En caso de no creerme, favor mirar el siguiente enlace
Italia: polémica por intento de prohibir la minifalda, 
y claro, este lleva a otro "made in brazil"
Una falda corta causa escándalo en Brasil

!!!Me mueeero!!! diría mi vecina o la abuela (que no quiero llamar abuela). Si asi se pudiesen arreglar las cosas, entonces deberían prohibir el uso de los escotes pronunicados, de los pantalones apretados, del perfume, de la tanga narizona y de todo lo que podría llamarse erótico y atente a la moral y las buenas costumbres occidentales que se pregonan en nuestros países. Ah, y eso sin contar con todo lo que se considere como erótico "pero para el que lo mira", porque una niña puede vestirse linda, hermosa y candorosa con las blusas medias largas y lycras, lo más sano posible, y los otros lo miran como una minifalda de lo mas provocativa y, bueno, le piropean (si a eso se le llama piropear) con palabras tan sutiles como "mamita", "que rica", o "estas ricooooooota", entre otras que fluyen en nuestro pueblo y que he escuchado en los buses, en la calle y últimamente en cierto piso de varones en cierta institución pública. Con las debidas disculpas, llamémosla "Plaza Sésamo".


Cabe recordar que muchas de estas prendas se usan, ya sea por moda, comodidad o por cierto tipo de creencia (claro, mucho de esto hablo meramente desde mi experiencia y a la vez, desde mi ignorancia). En ciertos lugares donde el calor es realmente insportable, alguien se inventó la minifalda, la blusa sin mangas y hasta las bragas pequeñas. No tanto por fines eróticos, sino para refrecar el cuerpo sudado y para que éste se acomode al clima del lugar. Claro, por la famosa "espiral del silencio", estas prendas las hemos convertido en foco de nuestra boga consumista. Eso más si las combinamos con accesorios de invierno y las convertimos en prendas multiusos.

También es bueno mencionar el otro lado, donde pese a estar cubiertas toooda, de la cabeza a los pies,  el  tan solo hecho de mostrar piel les alborota las hormonas de ciertos masculinos.sino miren los maravillosos ejemplos que tenemos en Medio Oriente, principalmente: en esos lugares donde mostrar la muñeca únicamente se lo puede hacer al marido, la burka o el hijab, más que ser símbolos del islam se han comvertido en prisiones para millones de mujeres; y el dejar ver el tobillo en público permite que sea apedreada, porque no son recatadas con su tesorito. A su cuerpo, me refiero.

Sea por religión, por comodidad, por costo beneficio o por moda, tan solo el acto de usar una prenda de vestir ha creado tremenda polémica, misma que todas vivimos TOOOODOS LOS DÍAS. En el bus, cuando  el acompañante del chofer (llamémoslo azafato, terramozo o lo que sea) menciona de una forma apaa nada agradable  palabras como "rreinita... mamita.... si cocinas como caminas....o qué bueno está tu cucu". En la oficina, cuando luces un leggins y una blusa en los viernes informales, te ven tu cucu y te dicen "qué rica". En la calle, donde por nada del mundo puedes usar una minifalda, pues te conviertes en víctima que te agarren la pierna o peor aún, te confundan con una de esas chicas alegres, cuando simplemente deseas ir a bailar o tener una cita especial con UNA PERSONA". Comprendo que muchas prendas son creadas bajo la consigna que "el morbo vende" pero en ralidad la cosa SE PASA.

Una prenda no hace que la gente pierda su decoro ni que se preste a ciertas situaciones a las que  ninguna mujer desearía estar, al menos, en público o en un entorno que no sea el adecuado. Es verdad, existen prendas que son usadas para ciertos encuentros con marinovio, el amante, el mozo, etc; pero hay otras que pueden ser usadas rutinariamente. Eso no nos hace víctimas, sino el mooorbo que intrinsecamente existe en la mente de hombres e incluso mujeres que curuchupamente creen que somos objetos que pueden decir y dejar de decir. Esto crea que, en lugar de caminar con tranquilidad y mostrar una de las cosas más bellas que nos ha dado Dios, que es el cuerpecito humano, nos escondamos y evitemos ser víctimas de las insinuaciones masculinas con mangas largas y cuello alto. Alguien que no lo hace, como la amiga brasileña del reporte, es presa del qué dirán, pero luchando, finalmente logró regresar a la universidad, demostrar que puede vestirse como le de la gana, y así mantener su decoro y decencia (vaya cosa, pero bueno) , convertirse en diseñadora de modas, y hasta consiguió que el Hugh Hefner de Playboy le pare bola.

Al mencionar esto, me viene a la mente añadir algo más Podremos estar más cubiertas que abuelita de la época de la pepa, pero no sé como logran ciertos hombres ver lo que una cree imposible. Ven la tanga, el calzon de vieja, el escote y hasta la forma de la entrepierna. Esto demuestra que más que el ver, el no ver acrecenta el erotismo masculino,  en este caso es el morbo. Peor aún. Esto crea mujeres que o se visten como la abuelita, o por el contrario, otras que creen lo que en algún momento dijo la Ana Karla, de Jorge Enrique Adoum.

Recatadas o no, la culpa no recae, como dice la gente curuchupa, en las mujeres que lucimos tal o cual prenda, sino de la sarta de machuchines que miran mas allá de lo evidente. No ven una prenda en un buen cuerpo, sino que miran la manera cómo pueden deshacerse de la misma y hacer de las suyas en ese cuerpo o en el cuerpo que recuerden. Como decía mi profesora de análisis de recepción, todas las personas miramos diferente una mismo objeto, cosa, persona, etc. O más bien, tomemos lo que dice la semiótica básica: en todo signo, un significante adquiere varios significados, dependiendo de cómo lo miren, cómo lo usen o cómo creen ese significado.

Si se ve, ya que podemos hacer; si tenemos buen cuerpo, gracias a Dios que lo tenemos y que lo podemos mostrar; si no lo tenemos, la ropa hace milagros; y si mostramos un poco más... bien!!!. Pèro como diriía la Ana Karla al usar su minifalda en las calles de París: "la culpa no es mía, por usar minifalda, sino de aquel que me mira"; o como la amiga brasileña en la universidad de Brasil



LO QUE PASARÍA SI DEJAMOS AFGANISTÁN Análisis de la noticia y la portada de una mujer mutilada la nariz y sus orejas por un líder taliban.



A inicios del pasado mes de agosto, Bibi Aisha, una joven afgana con nombre ficticio fue el centro de la polémica y de una serie de debates a nivel mundial, simplemente porque se convirtió en la portada de la revista de política internacional Time, una de los informativos más reconocidos de los Estados Unidos y que se publica semanalmente desde el año de 1923.  El relato de una joven dejó de ser una simple historia para llevar consigo una serie de temáticas como los Derechos Humanos, la Política Norteamericana, el trabajo periodístico de uno de los medios impresos más importantes de Estados Unidos, y hasta de la lucha contra el terrorismo que enfrenta este país desde el atentado del 11 de septiembre de 2001.
Este trabajo no se centrará en la historia de una mujer como muchas en el gobierno afgano, encontrada en un refugio norteamericano secreto en Kabul, sino en una serie de preguntas que trae consigo su historia. Entre ellas:
-          ¿Por qué una historia tan común en el régimen afgano se ha convertido en el blanco de una política que sigue vigente y que se prometió derrocar gracias a la acción del Gobierno Norteamericano?
-          ¿Desde cuándo un tema que compete al espacio privado se ha convertido en un tema de espacio público, y para colmo, mundial?
-          ¿Desde cuándo se tiende a confundir  la lucha contra el terrorismo con la lucha a favor de los Derechos Humanos?
-          ¿Por qué el equipo editorial de la revista buscó retratar una problemática política a costa de una mujer?
-          Si en realidad, como dice el título, “Eso pasaría si abandonaríamos (refiérase a los Estados Unidos) Afganistán…¿han logrado algo estando en ese país?
Estas son algunas de las miles de preguntas que han hecho de esta portada, un tema de opinión pública. 
La historia de Aisha[1]
Bibi Aisha es el nombre ficticio de una joven afgana de 18 años que, de pequeña, fue entregada junto su hermana menor a un guerrero talibán para saldar una "deuda de sangre", después de que un tío de las muchachas asesinara a un familiar del líder religioso. A partir de entonces, las niñas se mudaron al pueblo de Oruzgan y se convirtieron en  víctimas de abusos, golpes y de una esclavitud sin medida. De esa manera sus “ahora amos” vengaban la muerte de uno de sus miembros.
Años después, Aisha se casó con el guerrero al que fue entregada a la edad de 12 años. A partir de entonces, tanto ella como su hermana vivían encerradas en un establo, así como también se las usaba como mano de obra esclava y eran azotadas frecuentemente.
Aisha pudo escapar; sin embargo, el año pasado su esposo la encontró en Kandahar, un pueblo de la región. La tomó por la fuerza y se la llevó de regreso. ´
Enseguida de haber retornado, un grupo talibán la arrebató de su casa a la medianoche  y la llevo a un juzgado, donde sería enjuiciada. En la cultura pashtun, perteneciente a los involucrados, “cuando un marido es avergonzado por su esposa es como si perdiera la nariz”. Para defenderse, Aisha alegó que si no lo hacía, hubiese muerto. Sin embargo, para el juez talibán que intervino en el caso –quien al mismo tiempo era comandante de un grupo armado–, las palabras de una mujer eran tan livianas como el aire. Pese a que la trataban como una esclava, el riguroso magistrado consideró que su actitud le había acarreado vergüenza a la familia y la condenó a ser mutilada, tal y como lo dice el precepto anteriormente descrito.
Luego de ser sentenciada, su cuñado la sostuvo con fuerza, mientras su marido le rebanó la nariz y las orejas.“Me desmayé”, menciona Aisha a la reportera de la revista. “En medio de la noche se sentía como si hubiera agua fría en la nariz. Abrí mis ojos y yo ni siquiera podía verme por toda la sangre”.  La abandonaron en medio de una montaña.
Finalmente, unos trabajadores humanitarios estadounidenses del Grossman Burn Foundation
la llevaron a un refugio secreto para mujeres víctimas de la violencia. Allí ha vivido estos últimos meses. Durante su estadía, fue tratada psicológicamente para que recupere su confianza. En la actualidad, una fundación norteamericana le ofreció una reconstrucción de nariz y orejas.
Actualmente reside en Estados Unidos con una familia sustituta. El 15 de octubre de este año, mostró al mundo su nuevo rostro en la gala de la premiación “The Art of Humanity”. Alejada de la polémica, y con su prótesis provisoria, recibió el premio Enduring Heart de Grossman Burn por su lucha. Estrenó nuevo rostro y estrenó su sonrisa.
En el “Times”
La revista, en medio de un marco rojo, presenta un primer plano de Aisha con su nariz mutilada. A su derecha, el titular, y al interior el reportaje, lleva por título "Lo que ocurre si dejamos Afganistán". El artículo del “Times”  comienza de la siguiente manera: "Nuestra imagen de la portada de esta semana es poderosa, sorprendente e inquietante". Junto con esta imagen, la revista adjunta su historia y la de muchas mujeres afganas que han adquirido libertades gracias a la derrota de los talibanes, y que temen un resurgimiento talibán.
De acuerdo con BBC Mundo, el editor de la revista, Richard Stengel, explicó que pensó mucho si debía o no publicar esa fotografía en la portada de la revista, pues quería salvaguardar la seguridad de Aisha y que entendiese el significado de su presencia. Además buscó asesoría para ver si la podía publicar y no existiesen repercusiones negativas, por parte de los lectores. Según el editor, “ Ella sabía que se convertiría en un símbolo del precio que tienen que pagar las mujeres afganas por la represiva ideología talibán". 
Las diferentes lecturas.
Bien se dice que una imagen[2] vale más que mil palabras, por ello esta portada y el contenido del artículo fue el blanco de una polémica y de la opinión mundial. La imagen, de por sí, apela a la sensibilidad del lector y ella, junto con su contenido, da una serie de connotaciones que se dirigen directamente del emisor, la revista, al receptor, el lector. Además, es necesario destacar que una revista da la posibilidad de varias lecturas, y varias interpretaciones.   
Guillermo Orozco afirma que “las particularidades discursivas, de los medios y de las tecnologías de la información  posibilitan cierto tipo de pensamiento y asociación, mientras que inhibe otros como la racionalidad del lenguaje escrito. Por lo tanto, los códigos mediáticos tienen unas características que los hacen aptos para cierto tipo de contenido y no para otros”[3]. Es necesario recordar que esta revista semanal posee contenido eminentemente político; sin embargo, pese a su eminente racionalidad, en cierra un discurso que, a fin que toque la sensibilidad de los lectores, es netamente mediático. Se encierra una historia en el que hay:
-          Una víctima, Aisha y las mujeres en Afganistán
-          Un victimario, el régimen talibán
-          Un héroe intrínseco, el gobierno norteamericano
-          Un mito, el del país de la democracia occidental que sirve para todos los países
-          Un relato, la historia de Aisha y de estas mujeres en Afganistán sometidas al régimen talibán
-          Lo imaginario, el querer mejores días para estas mujeres
-          Lo afectivo, los sentimientos que fluyen a raíz de esa situación
-          Lo lúdico, principalmente, lo que llegaría a pasar si Estados Unidos abandonase Afganistán.
Esta edición se da en vista de la promesa del gobierno del presidente norteamericano Barack Obama de abandonar este país, y del escándalo por la revelación en el sitio digital Wikileaks de decenas de miles de documentos del Pentágono que están mostrando a la opinión pública mundial masacres contra la población civil afgana, bombardeos indiscriminados, torturas e intromisiones políticas sobre los que la Casa Blanca, el Pentágono, el Congreso y la gran prensa estadounidense han guardado total silencio o faltado a la verdad. De esta manera –involuntariamente o no- buscan crear un estado de conciencia en el que desean justificar la presencia norteamericana en Afganistán y los cambios que aparentemente se forman o se buscan formar.
Jacques Dérrida afirma que el otro es lo opuesto a uno, por ello, esta noticia dejó de hablar de las mujeres en Afganistán, para hablar del talibán o del salvaje de trato inhumano, contra el civilizado, el norteamericano.
Además, esta denuncia hacia el trato de los talibanes hacia las mujeres, no como un hecho presente, sino como una sentencia de lo que puede pasar si el gobierno norteamericano se retira de Afganistán, muestra una realidad que un medio como el impreso certifica. Al avalar un hecho de esta índole, todos automáticamente lo aceptan, o lo cuestionan. No obstante lo adquieren como un pensamiento propio aceptándolo tal y como es, y automáticamente rechazando cualquier inquietud existente. De esta manera se cumple la espiral del silencio de Elizabeth Nole-Newmann y se estigmatiza al otro inmediatamente.
Desde la presencia norteamericana en ese país, se ha establecido un aparente proceso democrático. No obstante, el régimen talibán existe y más aún la subyugación a la mujer de su padre o esposo. Eso se lo ha percibido mundialmente, gracias a las agencias de noticias y a los portales web. De acuerdo con las crítica del portal Cubadebate.com,
 “decir que una eventual  retirada o reducción de tropas de Afganistán podría tener un precio devastador para las mujeres afganas, como lo sugiere Time, no es más que  una mentira más de esa publicación que ya tiene 87 años de existencia, a lo largo de los cuales siempre ha actuado como  cómplice de las aventuras del imperialismo norteamericanas en otras tierras para la conquista de riquezas, mercados o ejercer control militar, político y económico”.
Por ello se enfatiza la posibilidad que esta manipulación haya sido premeditada o no. De todas maneras, esta temática se convirtió en tema de interés para el espacio público mundial, que está acostumbrado a una democracia occidental en la que todos tienen sus derechos, o al menos, respeta los derechos de los otros.
Esta edición de la revista “Time” también produjo un debate, el llamado “test del tren” que promulga Nole-Newmann. No precisamente a la presencia o no de fuerzas armadas norteamericanas en Afganistán, sino en la manipulación existente, sea por el gobierno norteamericano hacia el medio, por su poder político, o sea por el medio en sí, por el rédito económico que ya adquirió. Esta denominada “doble dependencia” de la que habla Patrick Champagne ya puede ser percibida por el espectador, al menos por uno que observa al periodista como un trabajador que depende del medio de comunicación (la empresa) y que depende también de su política editorial o gubernamental
Las personas y particularmente los portales de Internet defienden sus puntos de vista en páginas web, blogs, comentarios y demás[4]. Con su respectiva identificación o en el anonimato, estos espacios se han convertido en blanco de debates, donde cada individuo tiene la libertad de defender su punto de vista y defiende su postura frente a este tema. Claro está, la postura que más proclama su intención gana mayor impacto e influye más. Tal y como se puede indagar, el uso del medio de la historia de Aisha y de las mujeres de Afganistán como alegato a la presencia de las tropas norteamericanas en Afganistán y su lucha contra el terrorismo.
Es así como el fenómeno que produjo una simple portada se convierte en tema de la opinión pública, pues interesa a toda una colectividad, pese a que pertenece a un espacio privado, tal y como lo es el hogar, o también el espacio privado (si se lo puede definir así) de la sociedad afgana. 

Conclusión
El fenómeno que se produjo a raíz de esta portada y del artículo que encierra la revista “Time” de la primera semana del mes de agosto, es la clara muestra de  que un tema se ha convertido en foco de opinión pública, si se la define como un concepto de control social. El tema a tratarse es actual y vigente, desde hace nueve años y debido a la lucha contra el terrorismo; posee un componente moral, el atentado al derecho de las mujeres a, en pocas palabras, ser libres; tiene la opinión de los medios de comunicación, tal y como se lo puede observar sobremanera en las revistas y espacios en Internet; y posee el aporte oficial, es decir, del gobierno norteamericano, de la fundación que albergó a Aisha y de la misma Aisha. Pese a verse manipulador, este trabajo muestra la realidad de las mujeres en Afganistán, simbolizadas a través de la joven mutilada que busca una vida nueva en Estados Unidos. Ella busca salvar su vida y así lo hizo, gracias a la ayuda de Norteamérica (si se puede decir así).
Bajo el lema de Today Information Means Everything, la revista busca contar historias, contar realidades. El medio en sí crea la manera de llegar al receptor y crear focos de debate, por ello apelan a la imagen y al relato, fácil de adquirirlo por el receptor, pese a publicarse en un medio para gente ilustrada y de estrato social medio-alto. De acuerdo a este trabajo, la curiosidad crece y el debate nace, mas no se sabe si la manipulación es a ciencia cierta del medio o del gobierno. Lo que se sabe es que existe y de acuerdo con los teóricos citados, con ella se define a uno mismo, al otro y a la colectividad.






BIBLIOGRAFÍA:
Alape, Arturo, “Voces en el taller de la memoria” (en Revista de Estudios Sociales No 24. Otros relatos de lo social I, ARCCA-FIRC, Bogotá, 2006
Champagne, Patrick, “La doble dependencia. Algunas observaciones entre los campos político, económico y periodístico” (en Gauther, Giles, André Gosselin y Jean Mouchon, comp., “Comunicación y política”, Gedisa, Barcelona, 1998
Monzón, Cándido, “Opinión pública, comunicación y política. La formación del espacio público”, Tecnos, Madrid, 1996
Narváez Montoya, Ancízar: “Cultura política y cultura mediática. Esfera pública, intereses y códigos” en Bolaño César, Guillermo Mastrini y Francisco Sierra (ed.) Economía política, comunicación y conocimiento: una perspectiva crítica latinoamericana, La Crujía, Buenos Aires, 2005
Noelle-Neumann, Elisabeth, “La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social”, Paidós, Buenos Aires, 1995
Rocha Silva, Ma Alejandra. (2004) El lenguaje de los jóvenes en el chat. En Estudios sobre la Culturas Contemporáneas. Epoca II Vol X (19) Colima. Págs. 109-140



[1] De acuerdo a las fuentes citadas, unos medios relatan que Aisha efectivamente escapó dela casa de su marido, en cambio en otras se dice que intentó escapar. Sea cual fuese la realidad, Aisha fue juzgada por el régimen talibán.
[2] Es necesario recordar que esta es una de las portadas de Time que han sido polémicas, tal y como ocurrió tres veces con Adolfo Hitler y con la selección de los personajes del año o de las zonas más influyentes en el mundo. Tomado de La revista Time, las filtraciones la guerra y la mujer afgana en cubaendebate.com, http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/08/04/la-revista-time-las-filtraciones-la-guerra-y-la-mujer-afgana/ Acceso: 20 de octubre de 2010.
[3] Ancízar Narváez Montoya, Cultura Política y Cultura Mediática en , César Bolaño, Guillermo Mastrino y Francisco Sierra, Economía política, comunicación y conocimiento: una perspectiva crítica latinoamericana, La Crujía Ediciones, Buenos Aires, 2005.