Objetivo:
- Explicar una teoría de la comunicación de masas utilizando los repertorios de la semiótica y ciencia social que desarrolla un marco teórico para los estudios empíricos de la recepción.
- Observar que en la comprensión social -como una variedad de la semiosis[1] social- constituye un nuevo punto de partida de los estudios de la comunicación, hasta tal punto que nos proporciona una especificación conceptual y una confirmación metodológica de la manera de estudiar la comunicación de masas como una práctica discursiva en un contexto social.
- Explorar los aspectos de la cultura: el tiempo dentro y le tiempo fuera de la cultura, con el fin de ayudar a explicar en qué sentido la comunicación de masas es una forma de representación y práctica social.
- Reinterpretar el modelo de esfera pública y otras instituciones sociales de Habermas como un hecho discursivo y un material económico legal.
- Definir las instituciones como determinantes de la función social de significado.
- Relacionar la cultura moderna y las instituciones sociales en una triada con las prácticas cotidianas de las audiencias de los medios de comunicación que son a la vez ciudadanos, públicos e individuos privados.
TIEMPO DENTRO Y TIEMPO FUERA DE LA CULTURA
Dos conceptos de cultura
La cultura se ha considerado un proceso continuo y constitutivo de la historia de la humanidad. El término cultura se deriva del latín colere o cultivar. Su término fue asociado con cultivar la tierra y a sus animales en un sentido neutral, pero con el pasar del tiempo adquirió dos sentidos, uno religioso (cultivo del espíritu humano) y otro secular (un recurso exiguo que da a entender que es el elemento distintivo en todos los seres humanos civilizados o no, cristianos o no).
La definición de cultura como aquello que une y diferencia a la vez a los seres humanos dentro de las culturas en plural se observa en la obra del alemán Johann Gottfried Herder, Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad (1784) y más tarde en la obra de E.B.Taylor, Primitive Culture, trabajo que sentó las bases de la antropología.
La historia semiótica de la cultura sugiere que el nuevo énfasis en la cultura como un concepto separado de la sociedad nace del proceso de modernización que sirvió para segmentar la vida social en campos artísticos, científicos, políticos, etc. Consecuentemente la institucionalización y burocratización de las actividades humanas explican la manera cómo se puede concretar. El problema es que estas instituciones culturales que se forman pueden ofrecer una utopía de realidad separada de la sociedad. Como por ejemplo, la moderna cultura superior[2] que podría contemplarse como una autodefensa de los humanos contra una sociedad de su propia creación.
El concepto estructural, que considera que la cultura es un reino aparte, se ha combinado con una preferencia normativa y con una estética contemplativa que excomulga a los procesos mundanos de la cultura y aísla las artes de la práctica. Consecuentemente, la cultura popular ha pasado a ser excomulgada de la moderna cultura superior, que comprende múltiples formas de experiencia y placer que proporcionan las esferas separadas con una relación diferente con los otros procesos y prácticas de la sociedad.
La dualidad de la cultura
El análisis de la cultura es clave para el estudio de la teoría de la comunicación de masas, pues ésta constituye un conjunto de procesos estéticos y un proceso cotidiano. Por ello se hará el estudio de las nociones tiempo-dentro y tiempo-fuera de la cultura como elementos complementarios de una teoría integradora de la cultura y de la comunicación, a fin de comprender que los medios de comunicación son instituciones-industrializadas-para-pensar-en, que son modernos equivalentes de los objetos-para-pensar-en que la antropología identifica.
El tiempo-dentro de la cultura es el medio que representa e incorpora la acción y estructura en el seno de un concepto en acción. Es una práctica de representación que posibilita otra acción social que nace de las interacciones cara a cara, la comunicación de masas y otros encuentros comunicativos.
En cambio, el tiempo-fuera[3] de la cultura se le puede designar como una práctica social separada que los agentes sociales pueden identificar. Sitúa la realidad en una agenda explícita (en tanto un objeto de reflexividad) y proporciona la ocasión que uno mismo se contemple desde una perspectiva social, existencial o religiosa. El tiempo-fuera es una práctica que se refleja en la naturaleza y una representación de la realidad social. Al reproducir ideas y puntos de vista, el tiempo-fuera puede introducir la experiencia de lo extraordinario dentro de lo cotidiano.
Los acontecimientos culturales, textos y artefactos se convierten en recursos para el tiempo-dentro de la cultura cuando sirven para orientar la acción en los contextos sociales. Inversamente, una exposición, narrativa literaria, un cartel político, o un argumento científico, encarnan un mundo que puede o no ser representado en la práctica. En síntesis, el tiempo-dentro de la cultura configura la acción social, en cambio el tiempo-fuera prefigura la acción social.
Un repaso al modelo de la esfera pública de Jensen (1987)
La obra de Jurgen Habermas, Las transformaciones estructurales de la esfera pública, continúa siendo el mejor marco para un análisis exhaustivo de la cultura y comunicación de las modernas sociedades occidentales. El punto clave que propone Jensen es que el moderno sistema social puede entenderse como un conjunto de esferas interconectadas, pese a ser autónomas, entre ellas: la esfera privada (dividida en esfera social e íntima), la esfera pública (entre política y cultural) y la esfera del estado.
SOCIEDAD | ESTADO | ||
ESFERA PRIVADA | ESFERA PÚBLICA | ||
Objeto Institución | Esfera íntima Religión, sexualidad, emoción, amistad, etc. Familia | Esfera pública cultural Oración, arte, literatura, música, etc Organizaciones, clubes | Las agencias del estado garantizan la infraestructura material, estabilidad económica global, medios para hacer respetar la ley y la regulación de conflictos capital-laboral por medios económicos coactivos, legales e ideológicos. |
Objeto Institución | Esfera social Actividad económica privada, producción de ventas, compras de artículos incluyendo el trabajo Empresa privada y almacenes | Esfera pública política ‘Política’y la economía incluyendo temas sociales Órganos parlamentarios que representan a los partidos políticos y la prensa |
Este modelo indica que:
· la actividad económica central se centra en la esfera social de la producción, es decir en el Estado que proporciona el marco legal y fiscal estable para la industria y las demás producciones.
· La esfera íntima se entiende como un remanso aislado de las demandas del mercado y del estado.
· El elemento mediador del sistema es la esfera pública, que comprende tanto las instituciones políticas y culturales así como el Cuarto poder (medios de comunicación) que establecen los términos de cooperación entre los estados y los individuos gracias a una comunicación racional y democrática.
Consecuentemente, que la comunicación pública es un lugar central del poder en las democracias capitalistas.
En este modelo se puede ver la diferenciación entre las esferas públicas políticas y culturales, sus géneros constitutivos y los usos sociales que incluyen a la audiencia. Mientras la esfera pública trata los temas de poder y privilegio, así como la audiencia como participantes en un proceso político, la esfera pública cultural trata temas universales de la existencia humana y considera a la audiencia como sujeto de la sociedad civil[4].
Cabe destacar que este modelo suele reproducirse como parte del sentido común, ya que presenta una configuración real de las principales instituciones de la sociedad moderna, así como nos las encontramos en cada esfera de la vida cotidiana.
Este modelo se considera efectivo en cuanto una construcción discursiva dominante que se basa en una gran cantidad de hipótesis. No tiene en cuenta la posibilidad de que ciertas decisiones económicas colectivas pueden impedir algunas otras decisiones políticas que otro estado menos neutral haría cumplir. Así como a los medios de comunicación, en su mayoría pertenecientes a empresas privadas y cuyas operaciones dependen de decisiones económicas y políticas.
Al exagerar la autonomía de las esferas y considerarlas como medios neutrales, el modelo de la esfera pública articula lo que se conoce como hegemonía. Ésta da paso a un sentido de absoluto, porque la realidad experimentada va más allá de lo que la mayoría de los miembros de la sociedad es difícil que realicen en muchas áreas de su vida. Como consecuencia, el modelo de la esfera constituye un significado representativo de la acción social continua y un tipo ideal de sociedad.
Jensen afirma que quizá lo más importante de esta reinterpretación de la teoría de la esfera pública tienen en cuenta una comprensión de la relación social entre el tiempo-dentro (significado) y el tiempo-fuera (acción) de la cultura. La consecuencia más trascendental de este modelo y el de la teoría de la acción comunicativa de Habermas es que la sociedad puede evaluarse desde una posición externa a cualquier contexto social de una acción motivada por interés.
Determinación en primer lugar
Si el elemento característico de la comunicación de masas es el proceso semiótico y la práctica social que surge de la interacción entre los medios de comunicación de masas y las audiencias, la recepción, los usos sociales y los contextos culturales de los medios de comunicación cobran especial importancia para la investigación. Al mismo tiempo, las condiciones preliminares de la semiosis de tres tipos.
- Los recursos tecnológicos disponibles determinan la forma de la esfera pública en potencia, así como permite una organización concreta de la comunicación a través del tiempo y del espacio
- Las bases económicas de la comunicación de masas (previstas en los marcos políticos y legislativos) configuran la diversidad y las formas históricas específicas de los medios de comunicación de masas.
- El nivel de desarrollo organizativo[5] de los medios de comunicación afecta a los discursos concretos y a las prácticas, por ende al lugar que ocupan en la sociedad como conjunto.
Debería ser una inferencia inicial que las sociedades sean unas generadoras de significado. El mismo debe fluir desde los profesionales de los medios de comunicación y audiencias hacia los medios de comunicación y no viceversa. La investigación debe centrarse en la contribución de los medios de comunicación a la semiosis social y particularmente a la recepción de las audiencias, puesto que no es única, sino más bien infinita.
LA COMUNICACIÓN DE MASAS COMO PRÁCTICA CULTURAL
Constituyentes de la semiótica social
Para definir a la semiótica social se deben observar y relacionar los conceptos teóricos provenientes de las humanidades y de las ciencias sociales, para así entender su correlación epistemológica en la semiótica y su correlación metodológica en la investigación de la comunicación de masas. Tal y como se observa en el siguiente cuadro.
EPISTEMOLOGÍA | TEORÍA | METODOLOGÍA | |
HUMANIDADES | CIENCIAS SOCIALES | ||
Signos | Discursos | Contenidos | Constituyentes de los medios de comunicación |
Interpretantes | Subjetividades | Prácticas | Constituyentes de la audiencia |
Objetos | Contextos | Instituciones | Constituyentes del contexto (constituyentes analíticos) |
El análisis establece un puente que une las teorías de la comunicación específicas con temas epistemológicos y operaciones metodológicas. Para realizar esta investigación, es necesario ver el uso del lenguaje y de otras formas de discurso. A continuación se presentan cinco niveles discursivos en el siguiente cuadro.
Los discursos de los medios de comunicación de masas y de las audiencias sobre los medios de comunicación son objetos de análisis en el primer nivel del discurso cotidiano, que van a ser captados y documentados en las categorías del discurso analítico. El tercer nivel especifica el discurso metodológico en cuento a planes de investigación procedimientos analíticos y bases de inferencia. Además, las conclusiones sobre los medios de comunicación y las audiencias se interpretan en el marco del discurso teórico. Para finalizar, la situación y el valor explicativo de los otros discursos se deben justificar a nivel del discurso epistemológico. Todo esto ilustra que el discurso es una empresa semiótica.
Discursos, contenidos y constituyentes de los medios de comunicación
Jensen define al discurso como el uso del lenguaje y otros sistemas semióticos en contextos sociales, incluyendo las prácticas reflexivas tales como la ciencia y el tiempo-fuera de la cultura. Por medio del discurso, la realidad se convierte en intersubjetiva, un objeto de análisis científico y conflicto social.
A través del lenguaje, las personas no realizan en primer lugar una descripción del mundo, sino que realizan acciones en el mundo. Incluso las afirmaciones que parecen puramente descriptivas se realizan para producir un efecto sobre un receptor en un contexto compartido.
En el análisis de contenidos y los estudios de investigación, las categorías para establecer una escala de significado captan los aspectos de la producción más familiares articulados de una forma discursiva, que son las unidades de significado de la comunicación. El problema surge, sin embargo, en los estudios de los significados que están implícitos, pero que son condiciones necesarias para que se establezca toda comunicación.
Para que surja un nuevo paradigma del significado, se reconoce primero que existe una crisis en este campo, el cual fue diagnosticado en el Journal of Communication de 1983 como un ‘fermento en el campo’. La comunicación sociocientífica debe preservar el concepto de comunicación como acción social que contribuya a crear el terreno intermedio entre la representación y el comportamiento.
Se define como género a la categoría que incluye los aspectos discursivos y representativos de la comunicación. Raymond Williams dice que el género se debe definir no solo por su composición formal, sino por el tipo de sujeto o esfera social a la que se refiera y por su manera de tratarlo. La función del género es invitar a la audiencia a tomar posturas determinadas que implican sus papeles sociales como actores del mundo que se esté representando. Al ser vehículos de representación, los géneros permiten hacer un estudio de la comunicación como una actividad cultural[6].
Prácticas, subjetividades y constituyentes de la audiencia
Las prácticas son formas de acción social que se recontextualizan como significativas en contextos específicos. Constituyen lo cotidiano y regeneran las instituciones del sistema social con alguna diferencia. La semiótica social de la comunicación de masas examina la contribución de la comunicación de masas a las practicas del tiempo-dentro y el tiempo-fuera de la cultura que, en diverso grado, orientan y desfamiliarizan la vida cotidiana. En síntesis, la comunicación de masas es una práctica cultural que hace posible otra acción social.
La acción social posee una condición de subjetividad, pues exige una posición, clausura o sentido de identidad en relación a unos medios y fines sociales determinados. La subjetividad no debe ser vista como una contaminación del conocimiento científico que se deba evitar, sino una condición para la reflexividad que abarque todo conocimiento.
Se ha dicho que los medios de comunicación y otras instituciones culturales sirven para interpelar o hacer señas al sujeto para que ocupe posiciones concretas. También que esta forma de posicionar a los sujetos sociales implica que no incluye el inconsciente. Pero Pierce define que la comunicación de masas contribuye al mantenimiento de un hombre signo y una mujer signo que centra la acción social que incluye el inconsciente y las formas prácticas de la conciencia. Además, los interpretantes proporcionan una categoría que media entre la subjetividad y la acción social.
La categoría de los interpretantes permite distinguir y relacionar tres momentos:
- El significado potencial estructural de los discursos de los medios de comunicación
- El significado real situado que producen las audiencias
- y el significado interpretativo con consecuencias que van más allá del contexto de recepción inmediato.
Este permite ver que al semiótica social puede especificar que ‘el significado es una diferencia que establece una diferencia’, con referencia simultáneamente a la estructura discursiva, variación interpretativa y formas de interacción. Claro ejemplo de esto podemos observarlo en los fenómenos que produce la publicidad o ‘la forma capitalista por excelencia de decirse a uno mismo ‘te quiero’.
Otros géneros y medios de comunicación contribuyen a las prácticas de la vida cotidiana, como la televisión, aparato que permite usos estructurales para organizar las actividades cotidianas y los usos relacionales, como punto de referencia para la interacción (argumentos para los debates en asuntos familiares). La televisión ha proporcionado nuevas imágenes de la vida social en el hogar.
La recepción, interpretación y aplicación de la comunicación de masas está dirigida por los constituyentes de la audiencia de la semiótica social. Sin embargo se sabe poco de los repertorios interpretativos concretos con los que las audiencias se aproximan a los medios de comunicación o sobre su complementariedad en cuanto a demografía y semiótica.
Instituciones, contextos y constituyentes contextuales.
Se define a las instituciones como formas recurrentes de la acción social a las que los humanos le atribuyen significado, de acuerdo con Peter y Brigitte Berger; además especifican que poseen una realidad externa e intersubjetiva, poder coactivo, autoridad moral y una historia, así como que el lenguaje es la institución fundamental de la sociedad. Jensen habla del lenguaje como una categoría de institución diferente a los mercados, las familias, o los parlamentos.
Una característica es que la posición social de los medios de comunicación de masas es literalmente un conjunto de discursos que den ser leídos con la finalidad de darle sentido a los medios de comunicación, es decir, un con-texto.
Cada vez más los medios de comunicación de masas sirven para estructurar el día adía en la vida de las sociedades urbanizadas, pues representan a las instituciones en las esferas políticas, económicas y culturales de la sociedad como continuos puntos de referencia para las rutinas diarias. Como el empleo de la televisión para ver las noticias mientras uno arregla la casa o cuando uno escucha el ipod. En diferentes lugares de trabajo, los medios de comunicación son continuos creadores de ambientes anulados.
[1] Elemento constitutivo de toda percepción y condición humana, se define como un proceso continuo de significación, un mecanismo de reacción que transmite el significado de la acción social. La semiosis tiene formas institucionalizadas en la sociedad tales como los rituales, la religión, la cultura, etc.
[2] Nota de la lectora: se puede considerar la nueva cultura superior a determinados grupos de poder político, económico, social o político-económico. Esto depende de cada sociedad.
[3] Normalmente el tiempo fuera se ha asociado tradicionalmente con los rituales religiosos y las bellas artes. No obstante, la comunicación de masas se ha convertido en el principal ingrediente de la era moderna.
[4] En este caso es buen reflexionar las funciones y el impacto de los noticieros y de los talk shows en las audiencias
[5] Recursos humanos.
[6] Se toma como ejemplo el impacto que produce en la audiencia en noticiero, la novela y la encyclopedia.
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