martes, 16 de diciembre de 2014

Escribir o teclear. Ésa es la cuestión.



Mientras leía los debates de los grupos formados en la red LinkedIn (por cierto, gracias por chéveres conversaciones), rescato un artículo que lejos de tener el número de comentarios esperado, resaltó la importancia de la escritura y de anotar un detalle, un número e incluso una carita feliz.


Del artículo "Debate sobre el error de Finlandia ó Por qué no debemos desterrar la escritura cursiva, de la Grafólogoa y Perito Camlúgrafa, Sandra Ma. Cerro, basado en la idea de erradicar en la educación inicial finlandesa la enseñanza de la escritura cursiva a favor de la escritura de imprenta y la mecanográfica; la autora resalta lo que perderían los niños si se pierde este hábito. Más que resaltar las pérdidas, quisiera generalizar más el tema, no solo hablar de la importancia de escribir en cursiva, sino de "escribir per se".
La autora menciona que la escritura "a mano" desarrolla ciertas habilidades cerebrales. entre ellas, la de impulsar el Sistema de Activación REticular (SAR), puesto que al escribir (en imprenta o en manuscrita) entran en íntima coordinación los ojos, la mano y el SAR del cerebro de esta manera:
Por tanto, la escritura permitiría enlazar ideas o conceptos, es decir, otorga una continuidad para tomar temas, situaciones y demás. Así también permite emerger enlaces en el ámbito afectivo, puesto que estos ligues generan "sociabilidad, habilidad para el trabajo en equipo, actitud positiva y proactiva hacia el compañerismo y la solidaridad, (es decir) implica proyección del sí mismo hacia los demás y, con ello, afectividad". 
Luego de haber leído de esta habilidad en manos de otros profesionales, comprendo ya la insistencia que en segundo grado nos enseñen la letra cursiva en los famosos libros de "escritura inglesa". A la final, dejó un hábito con el que adultos y adultos jóvenes de este tiempo difícilmente podemos prescindir; y que seguramente no lo tienen quienes nacieron con la computadora, la tablet o el Whassap, pese a que mentalmente son mucho más rápidos que uno pobre. 




Cuando escribimos una idea a mano sobre el papel, nuestro cerebro entiende que estamos dando prioridad a esa idea sobre otras de las muchas que también andan circulando por él, y activa el SAR. El Sistema de Activación Reticular filtra la información que nos llega de fuentes externas, se centra en el detalle de lo más importante y lo separa de lo que no lo es tanto; así filtrará como prioritaria esa idea que estamos escribiendo. Esto, no sólo favorece la inteligencia, la atención, la capacidad de estudio y la memoria, sino que también nos focaliza hacia la consecución o cumplimiento de esa idea. Por esta razón es tan importante escribir nuestros proyectos y nuestros objetivos a mano sobre un papel”. 



Todas estas habilidades, como se pueden ver, requieren de habilidad mental y dinamismo neuronal que únicamente nos puede dar la escritura. No únicamente la cursiva, sino también la impenta, la gráfica e incluso la taquigráfica (Si alguien conoce a una que dé su experiencia, por favor, comuníquese conmigo).